Las situaciones continuadas de tensión, desequilibrio de carga de trabajo, falta de autonomía o conflicto interpersonal que se desarrollan con motivo o consecuencia de la actividad laboral se reconocen como un factor desencadenante de estrés laboral y pueden ser el precedente de conductas de acoso o mobbing. Nuevos indicadores https://eddier780rlf6.glifeblog.com/profile