''En la Sagrada escritura, el nombre es tan importante que casi se identifica con la persona misma. Santificar el nombre de Altísimo, es santificar y honrar a Jehová mismo. Nunca es un apelativo meramente convencional: siempre dice algo sobre la persona, su origen o su delegación''. Los encontramos perfectamente https://mysocialfeeder.com/story2695360/un-imparcial-vista-de-corazon-de-jesus-salvad-a-colombia